Es posible que una persona experimente una disminución repentina de peso de un día para otro debido a una serie de factores, como:
Pérdida de líquidos: La disminución del peso puede deberse a una pérdida de líquidos a través de la sudoración, la micción o la defecación.
Reducción de la ingesta de alimentos: Si una persona consume menos calorías de las que necesita para mantener su peso, puede experimentar una pérdida de peso rápida.
Reducción de la masa muscular: Si una persona no consume suficiente proteína y realiza ejercicio intenso, puede perder masa muscular y experimentar una disminución de peso.
Enfermedad: Algunas enfermedades, como la gripe o la gastroenteritis, pueden provocar una disminución repentina de peso debido a la pérdida de líquidos y la disminución del apetito.
Es importante recordar que una pérdida de peso repentina no siempre es saludable y puede ser un signo de un problema de salud subyacente. Si experimentas una disminución repentina de peso sin explicación, es importante que hables con un profesional de la salud para descartar cualquier problema de salud grave.
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